miércoles, 14 de noviembre de 2007

CÍRCULO


MANOS que aplauden al payaso que ríe a los niños que escuchan la música que suena en el aire que huele a jazmín que crece en el bosque que esconde a la bruja que mira el caldero que hierve la pócima que busca la alquimia que quiere el oro que compra al hombre que canta canciones que aprendió en la casa que construyó el obrero que lucha incesante a través de la historia que muestra injusticias que enferman el alma que se eleva al cielo que no tiene nubes que parecen algodón que nace del fruto del trabajo que ejercen las MANOS.


Néstor Datas

Relato macabro


Los zapatos una y otra vez rebotando contra el pavimento, cada vez más y más fuerte, soy yo corriendo por una calle oscura, silenciosa, corriendo desesperadamente en la noche secreta, cada momento se torna más y más oscuro hasta que repentinamente tropiezo y ahora todo se mueve lentamente y mi mente grita deseperadamente hasta que abro los ojos. Era un sueño si, pero... todo está completamente oscuro, no puedo ver absolutamente nada, tal vez he perdido la vista, comienzo a desesperarme, el silencio, el filoso silencio se torna abrumador. Intento moverme pero hay algo que me lo impide, como si hubiera dos paredes a los costados de mi cuerpo, no, no puede estar pasando, tiene que ser un sueño, muevo el brazo izquierdo e instantáneamente choca contra un techo que está increíblemente cerca, rápidamente me cercioro de que estoy dentro de una especie de rectángulo, mi mente se perturba agitada y confundida, trato de incorporarme pero el espacio es tan reducido que me lo impide, mi alma se estremece y comienzo a gritar desesperadamente pero mis gritos se escuchan demasiado apagados, rebotan contra las paredes de ese maldito lugar. Las malditas paredes, sí, al tocarlas me doy cuenta que son de cemento, la desesperación es tal que comienzo a sufrir convulsiones, mi cuerpo tiembla y comienzo a vomitar, trato de ordenar mis pensamientos pero es prácticamente imposible. Lentamente las convulsiones van cesando. Ya no hay aire, no puedo respirar, no se como he llegado aquí, quien me encerró, no lo sé, todo es confusión y simplemente deseo morir.



J.M.Boero

¡QUE DIALOGO DE MIERDA!

-¡CRISTIAN! TIRAME LA GOMA.
-TE TIRO LA GOMA.
-NO. NO ME TIRES LA GOMA.
-LA GOMA YA VOLÓ.
-¿QUIÉN VOLÓ? ¿LA GOMA O VOS? BOLÓ.
-NO. NO SOS VOS. SOY YO BOLÓ.
-¡VOLÓ A LA MIERDA!
-¿QUIÉN? VOS TENES OLOR A MIERDA.
-¡NO! LA MIERDA VOLÓ.
-CON RAZÓN BOLÓ, QUE OLOR.
-¿QUE OLOR SIN RAZÓN NO?
-¿MIRÁ SI NO HAY RAZÓN? ¡PARA BOLÓ! ¡LA GOMA VOLÓ A LA MIERDA!
-¿LA RAZÓN? QUE DIARIO DE MIERDA.
-LA MIERDA SOS VOS QUE LEES LA RAZÓN.
-¡JA! ¿COMO MIERDA DECIS ESO?
-¡JA, QUÉ? YO NO COMO MIERDA.
-JAKE MATE. TE GANÉ. MIERDA.
-ME CAGASTE. ME HICISTE GOMA.
-SI GOMA, TE HICE MIERDA.
-DESPLIEGO OLOR.
-OLOR A MIERDA.
-CHE BOLÓ ¿HABLAMOS MAÑANA?
-MAÑANA HABLAMOS.

MOE