miércoles, 14 de noviembre de 2007

Relato macabro


Los zapatos una y otra vez rebotando contra el pavimento, cada vez más y más fuerte, soy yo corriendo por una calle oscura, silenciosa, corriendo desesperadamente en la noche secreta, cada momento se torna más y más oscuro hasta que repentinamente tropiezo y ahora todo se mueve lentamente y mi mente grita deseperadamente hasta que abro los ojos. Era un sueño si, pero... todo está completamente oscuro, no puedo ver absolutamente nada, tal vez he perdido la vista, comienzo a desesperarme, el silencio, el filoso silencio se torna abrumador. Intento moverme pero hay algo que me lo impide, como si hubiera dos paredes a los costados de mi cuerpo, no, no puede estar pasando, tiene que ser un sueño, muevo el brazo izquierdo e instantáneamente choca contra un techo que está increíblemente cerca, rápidamente me cercioro de que estoy dentro de una especie de rectángulo, mi mente se perturba agitada y confundida, trato de incorporarme pero el espacio es tan reducido que me lo impide, mi alma se estremece y comienzo a gritar desesperadamente pero mis gritos se escuchan demasiado apagados, rebotan contra las paredes de ese maldito lugar. Las malditas paredes, sí, al tocarlas me doy cuenta que son de cemento, la desesperación es tal que comienzo a sufrir convulsiones, mi cuerpo tiembla y comienzo a vomitar, trato de ordenar mis pensamientos pero es prácticamente imposible. Lentamente las convulsiones van cesando. Ya no hay aire, no puedo respirar, no se como he llegado aquí, quien me encerró, no lo sé, todo es confusión y simplemente deseo morir.



J.M.Boero

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me encantó, saludos.

Anónimo dijo...

EL RELATO MACABRO ESTA BUENISIMO, LO FELICITO AL SEÑOR JUAN. TIENE UNA IMAGINACION BRILLANTE

Anónimo dijo...

me encanto el relato macabro, pero quede con la incognita del final pero de rompe escorpiana y practica que soy! Muy bueno !!!